Es mi deseo tratar de dar una visión
lo más fidedigna posible del sur de nuestro país con su geografía; ríos, lagos,
volcanes, cerros, cordilleras, su gente, su evolución como parte del país a
través del siglo XX, empezando por el entorno físico abarcado desde el rio BioBio
(cuyo significado en mapudungún es doble hilo o cordón, por los brazos que tiene)
por el norte hasta Puerto Montt por el sur. El rio BioBio es un rio enorme que como
todos los ríos en Chile van de cordillera a mar enriqueciéndose con muchos afluentes
en su viaje, es un gran rio, muy ancho, muy profundo en algunas partes, con bancos
de arena, no apto por lo mismo para la navegación y muy peligroso para nadar en
él, va a desembocar al mar frente al gran Concepción, en su nacimiento cuenta con
mucha vegetación nativa en sus orillas.
En realidad en toda esa zona había tanta
vegetación autóctona que el constructor del ferrocarril Gustave Verniory relata
que para poder avanzar, alrededor del año 1880, había que hacerlo machete en mano,
porque la selva era literalmente impenetrable, además agrega que la cantidad de
pumas era tal que devoraron varios trabajadores, al punto que los obreros exigían
volver a las estaciones ya establecidas y se negaban a pernoctar en los campamentos
que había en la faena misma. Esto nos da una idea de cuanta riqueza maderera tenía
nuestro país en un inicio.
Continuando con la descripción de los
ríos, tenemos el rio Laja con un salto maravilloso, verdadera atracción turística,
luego vienen el Mulchén y el Bureo que rodean el pueblo de Mulchén (Halcón Guerrero
en mapudungún) continuando hacía el sur esta una verdadera joya de rio; el Renaico,
(agua de cueva en mapudungún) rio mediano, muy soleado de aguas rápidas y transparentes,
muy limpio, sin descargas de ningún tipo hasta la carretera cinco sur, excelente
para el baño, además cuenta con truchas y salmones para la pesca, avanzando unos
35 kilómetros hacía la cordillera tiene unos lugares paradisiacos. Un poco más al
sur está el rio Mininco (agua para bañarse en madungun) que cuenta con un puente
de cimbra muy especial para vehículos livianos, carretas de bueyes y jinetes, los
cuales deben esforzarse por calmar a sus caballos que ven que el piso se les va
hundiendo a su paso, paralelo a este rio, un poco más al sur, hay un rio pequeño,
pero con una caída preciosa de unos 25 metros, se trata del Caillin (chica en mapudungún),
luego viene el Malleco (agua de greda en mapudungún) que pasa bordeando Collipulli
(lomas coloradas en mapudungún) al fondo de una quebrada de más de 100 metros
de desnivel, es un rio mediano, de curso rápido, soleado, muy apto para el baño;
con truchas y salmones, lo que lo hace muy atractivo, para la pesca deportiva, para
sortear esta gran quebrada ha habido que hacer obras de ingeniería como el
viaducto del Malleco, más al sur tenemos el Rio Cautín (de cauten, pato en mapudungún),
de buen cauce y muy hermoso, pero lamentablemente muy contaminado, en su curso pasa
muy cerca de pueblos como Lautaro (halcón o ave veloz en mapundungún y Curacautin,
(piedra de reunión en mapudungún) y por supuesto separa al gran Temuco (agua de
temo en mapundungún) de Padre las Casas. Más al sur está el imponente rio Tolten
(onomatopeya que evoca los sonidos de las olas del mar), desde el BioBio hasta el
Tolten era la zona exclusiva del pueblo mapuche.
Llegamos a Valdivia la ciudad de los
ríos, con grandes ríos como el Calle Calle (nombre de una planta de flores blancas
que nace en las orillas la libertia chilensis), el Cruces, el Cau Cau, (voz de origen
quechua que significa guiso caliente), el San Pedro y el Tornagaleones, estos ríos
son de una belleza impresionante, el Calle Calle es navegable por embarcaciones
menores, hasta hace algunos años podían llegar hasta Valdivia embarcaciones de gran
calado, en Osorno tenemos el gran rio Rahue (lugar arcilloso en mapundungún) y uno
menor que es el Damas, así como también en la misma zona discurren el Bueno y
el Pilmaiquén (golondrina en mapundungún).
Volviendo a la VIII región tenemos dos
lagos el Lanalhue (lugar de almas en pena en mapundungún) y el Lleu Lleu (derretirse
o desmoronarse en mapundungún) muy turísticos, pero hoy viviendo una compleja
situación por la intranquilidad social de la zona. En la IX región tenemos los lagos
Conguillio (entre piñones en mapundungún), Calafquén (lago como mar en mapundungún)
Chico, Colico (aguas rojas en mapundungún), Caburgua (lugar escarbado con cuchara
-por su forma- en mapundungún) y Villarrica cuyo nombre original es Rucapillán (casa
del espíritu o del diablo en mapundungún) también tenemos hacía la costa un lago
de aguas saladas el Budi (sal en mapundungún) es de justicia decir que todos los
lagos están rodeados de árboles autóctonos y hay mucha fauna especialmente aves
nativas y lugares extraordinariamente bellos, muchos están en el sector cordillerano,
lo que los hace de difícil acceso, permitiendo que el paisaje se mantenga puro
y ajeno a la contaminación. En la provincia de Valdivia tenemos los lagos Pullinque,
(lugar de ranas en mapundungún), Panguipulli, (loma de pumas en mapundungún), Pirihueico
(charco de nieve en mapundungún, Neltume (ir hacía la libertad en mapundungún) y
Riñihue (lugar de colihues en mapundungún). Los lagos establecen un verdadero pulmón
verde por la mucha vegetación que los rodea.
Los lagos más importantes hasta Puerto
Montt son el Todos los Santos, Puyehue (lugar de puyes, pequeños peces, en mapundungún),
Llanquihue (lugar escondido en mapundungún, Ranco (caudaloso, agua con oleaje en
mapundungún) y el Rupanco (aguas revueltas en mapundungún.
En cuanto a Volcanes los más famosos
son el Villarrica y el Osorno, estos volcanes con sus cumbres blancas de nieve dan
un toque de belleza mágica a esta zona, permitiendo el turismo a gran escala, a
la vez que son reservorios de agua dulce a través de ríos y esteros, por otra parte
el Villarrica alberga grandes bosques de Araucaria araucana, conífera única en el
mundo nativa solo de Chile y Argentina, y también de animales como el pudú, el puma
y el huemul, además en la zona hay especies introducidas como el jabalí y el ciervo
rojo.
Paralela a la cordillera de los Andes
corre la cordillera de Nahuelbuta (gran puma en mapundungún) que corresponde al
segmento de la cordillera de la costa situado entre los ríos BioBio y Cautín, es
más baja que la cordillera de los Andes pero también cuenta con bosques de Araucaria,
aquí también habitan el pudú, el zorro chilote y el carpintero negro (Rere en mapudungún)
entre otras especies. Esta cordillera crea hacía el oriente un valle protegido
con microclima como es la zona de Angol.
A continuación voy a referirme a un
lugar muy querido y conocido por mí, ubicado en la provincia de Malleco; me refiero
a la ciudad de Collipulli, hoy famosa por el problema étnico, pero me voy a referir
al tiempo en que esta situación aún no estallaba. Collipulli es fundado como uno
más de los fuertes de la línea del Malleco, esta serie de fuertes fue establecida
después de que el gobierno de Chile decidió ocupar militarme la Araucanía, apropiándose
de los terrenos y rematando a particulares casi toda la tierra, dejando al pueblo
mapuche -los dueños originales- solo un 5% de esta, organizada en reducciones, una
vez ya consolidada la ocupación de las tierras. Favorecido por el paso del ferrocarril
y el camino longitudinal Sur, así como por la explotación de maderas nobles a gran
escala –especialmente el Raulí, muy abundante desde el caserío de Curaco hacía
la cordillera- Collipulli cobró vida, a esto se sumó la explotación agrícola y ganadera,
destacando los excelentes rindes obtenidos en estas tierras vírgenes de cereales
como trigo, cebada y avena.
Debido a la inexistencia aún de maquinaria
avanzada, se necesitaba gran cantidad de mano de obra para la explotación de la
madera, sin motosierras el volteo y desganche de los arboles debía hacerse a mano,
y el trozado con sierras manuales, requiriendo gran cantidad de obreros diestros,
expertos conductores de bueyes y carreteros; y en cuanto al cultivo del trigo, todo
el barbecho de los terrenos se hacía con arado tirado por bueyes, no era raro ver
15 o 20 aradores uno tras otro con sus respectivas yuntas de bueyes arando un enorme
potrero, después sembrando el trigo al boleo, la cosecha era otra cosa, como debía
hacerse en un plazo de unas semanas antes que el trigo se desgranara, la mano de
obra tenía que multiplicarse; desde la zona central llegaban cientos de cortadores
de trigo, este trabajo se hacía a mano con una echona, especie de serrucho curvo
con el que se cortaba el trigo, el cortador debía ser muy diestro pues podía sufrir
un grave corte si la echona resbalaba por la paja del trigo, luego de tener cortado
un buen atado se amarraba con la misma paja y se formaba lo que se llamaba una gavilla
que quedaba parada en el potrero como señal para que vinieran los carreteros con
las carretas emparvadoras que tenían barandas muy altas para llevar gran cantidad
de gavillas, para, al lento paso de los bueyes, llevarlo todo hasta ese monstruo
que era la maquina trilladora, donde tomando la gavilla con una horqueta se depositaba
en el receptáculo que para este propósito tenía la máquina, la que tragaba la gavilla,
después de separar la paja que salía por un largo tubo formando un enorme montón
de paja o muelle, mientras por un tubo menor salía el trigo ya limpio, que era ensacado
y los sacos cosidos rápidamente, siendo cargado en carretas y depositado en la bodega
del fundo, la maquina recibía la energía a través de una polea que venía desde un
locomóvil, otro monstruo de acero muy similar a una locomotora que entre bufidos
y silbidos movía unos volantes gigantescos conectados por la polea a la máquina,
este motor debía ser alimentado constantemente con leña y agua para producir la
presión del vapor con el que trabajaba, visto desde lejos era un verdadero enjambre
de campesinos que comenzaban su labor desde muy temprano hasta que oscurecía, esto
daba vida a los pueblos al usar gran cantidad de mano de obra, lamentablemente el
trabajo tenía altos y bajos de acuerdo a la temporada, esta abundancia de cereales
dio pie para que hubiera molinos para obtener harina y otros subproductos como el
afrecho, el quaker y la harinilla.
Cabe destacar el gran molino El Globo,
fundado originalmente por la familia Bunster, este molino daba trabajo a un par
de miles de personas considerando, obreros, empleados, agricultores, transportistas
y proveedores de todo tipo, en realidad daba vida al pueblo, producía su propia
energía eléctrica a través de una enorme turbina, alimentada por un canal de más
de 40 kilómetros de largo, cediendo el excedente para el alumbrado domiciliario
y público del pueblo, por otra parte había dos molinos medianos que atendían a todos
los pequeños agricultores con sus moliendas, siendo visitados diariamente por unas
10 o 15 carretas de bueyes cargadas de trigo que llegaban muy temprano al pueblo
y se volvían por bosques y colinas a sus hogares, era todo un espectáculo digno
de verse
La ausencia de movilización hacía que
el pueblo fuera visitado diariamente por muchos jinetes que acudían a comprar provisiones,
para ello había bebederos especiales para caballos y muchas casas tenían varones
para amarrar los caballos si tenían que hacer algún trámite, donde no los había
se ponía una manea en las patas delanteras del animal, la vida era simple y elemental,
en todas las casas se criaban patos, gallinas, gansos pues al no haber grandes criaderos
para tener huevos había que producirlos y para comer carne de ave lo mismo, las
carnicerías solo vendían, vacuno, ovino y cerdo, como los sitios eran grandes
se cultivaba mucha verdura en casa, amén de árboles frutales ya que la fruta era
escasa y cara, pues al no haber frigoríficos la fruta solo se consumía en la temporada
Al no existir casi ropa confeccionada,
se compraba el género y mucha de la ropa, especialmente la de los niños, se confeccionaba
en casa, aparte de que la ropa era muy cara y era frecuente ver niños y adultos
con grandes parches en pantalones y casacas a veces hasta de un color diferente,
los zapatos también eran caros y había que repararlos lo más que se pudiera, el
país tenía gran segregación con una masa grande de gente muy pobre y pocos adinerados,
al no existir gran tecnología, los niños prácticamente inventaban sus juguetes
y los adultos hacían mucha vida al aire libre en paseos y excursiones, esto agilizaba
la inventiva, los niños se hacían una pelota con un calcetín viejo y jugaban felices,
se practicaba muchos juegos de destreza como el emboque, el trompo, el volantín,
implementos muy baratos y de larga duración, el buen tiempo desde Octubre hasta
Marzo debía ser aprovechado a cabalidad, pues entrada la estación de las lluvias
poco se podía hace.
La mayoría de las calles y veredas no
contaban con pavimento y se transformaban en un lodazal, aumentado por el tránsito
de carretas de bueyes, caballos y el acarreo de gran cantidad de vacunos en arreo
a través de las calles del pueblo, lo favorable es que la mayoría de las casas eran
grandes y había espacio para moverse dentro de ellas, una situación muy positiva
es que había estabilidad, no se avizoraban grandes cambios, por lo mismo los niños
pensaban que algún día tendrían un buen trabajo, tendrían su casa, su familia y
todo seguiría tranquilo, en la década del 60 se comienzan a avizorar cambios que
después adquirirían gran velocidad para terminar el siglo con grandes adelantos
tecnológicos.
Volviendo a la vida en el pueblo, lo
más arriesgado para los muchachos era portar una honda de elásticos y desparramar
piedras a cuanto pajarillo se cruzara y a falta de estos algún perro vago pagaba
las consecuencias, la entretención más común del fin de semana era ir a los alrededores
del pueblo a pasear, buscar leña o algún fruto silvestre en especial, antes de 1960
prácticamente no había alumbrado público, solo hasta cierta hora, así es que los
pueblos se veían sumergidos en una densa oscuridad lo que hacía que todo el mundo
madrugara para aprovechar bien la luz del día, además los pueblos tenían una fuerte
raigambre campesina lo que facilitaba esta forma de vida, el delito se limitaba
al robo de alguna gallina, robo de ropa de los cordeles, cosas muy necesarias aunque
no se justificaba el robo.
Ante la ausencia del uso de drogas,
lo más común era la borrachera en alguna bodega provista de grandes pipas montadas
sobre caballetes donde se vendía el pipeño y se consumía allí mismo, el vino en
garrafas y botellas era mucho más escaso y caro y aquí se producía una situación
muy especial, como los carabineros eran una policía semi rural, podríamos decir
que en los pueblos del sur eran casi de caballería, no contaban con furgones y de
vez en cuando algún borracho armaba un escándalo mayúsculo en las proximidades
de una bodega, ya fuera porque ya no tenía dinero o estaba borracho y belicoso,
llamaban los carabineros, que por no tener vehículos, tomaban cada de un brazo al
borracho para llevarlo a la comisaria que estaba un tanto alejada del pueblo, el
borracho se tiraba al suelo y era un espectáculo ver los pobres carabineros llevando
al borracho, alertada por el escándalo llegaba la mujer del borracho que tironeaba
para que no lo llevaran y lanzaba gruesos epítetos a los sufridos representantes
de la ley que con toda seguridad una vez alejados del grupo ablandaban un poco al
borracho con unos pesados bastones de luma y como nadie los iba a filmar el borracho
entraba en razón y caminaba más tranquilo, una entretención eran las carreras a
la chilena, organizadas al arbitrio de los carreristas, cada vez que una llegada
era muy discutida salían a relucir los pencazos propinados con una gruesa correa
de cuero para apurar al caballo y algunos desenganchaban un estribo y con el acariciaban
la cabeza de sus oponentes hasta que se cansaban y terminaban en la ramada recomponiendo
la amistad con pipeño a discreción, volviendo muchas veces abrazados a la pista
de carreras.
Otra característica pueblerina era la
celebración de la semana santa, que por la gran religiosidad de la gente y por el
fuerte arraigo de la iglesia, era todo una sucesión de actividades comenzando por
el Domingo de ramos, en que toda la gente llevaba un ramo de cierto árbol para que
el cura los bendijera, así cuando había algún evento como una tormenta eléctrica
se quemaban estas ramas para proteger la casa, continuaba la semana con mucha unción,
durante la semana no se podía decir groserías y cada vez que se hacía había que
decir “agáchate semana santa”, después venía el Viernes santo y todas las otras
ceremonias, aún no se introducía la costumbre de los huevos de chocolate ni los
conejos de la pascua de resurrección, todo se celebraba con mucha unción, aunque
pocos entendían de que se trataba, la costumbre era participar sin averiguar demasiado,
era la costumbre y había que hacerlo así, todavía no entraba la inquietud por examinarlo
todo y menos aún por entenderlo, hay un consenso en que años atrás llovía mucho
más que ahora y eso hacía que cuando el tiempo lo permitía había que aprovechar
lo mejor posible el tiempo, habido es que no se contaba con gimnasios ni lugares
techados, salvo los indispensables, el país era pobre en recursos y todo el mundo
se resignaba a este tipo de vida, el verano especialmente en Collipulli era una
época muy bendecida pues la proximidad del rio Malleco brindaba un excelente paseo
a las familias los fines de semana y, para los niños de todos los días, un paseo
barato y sano que permitía socializar a grandes y pequeños, además de ser un lugar
de gran belleza que permitía un relajo y una tranquilidad muy valiosos, había que
aprovecharlo a fondo desde Diciembre a Marzo cuando ya comenzaba a sentirse el frio
del otoño y comenzaban a caer las primeras lluvias ya era tiempo de empezar a aprovisionarse
de leña y carbón y se veía constantemente circular carretas de bueyes y también
algunas con el piso alargado para poder cargar más carbón indispensable para cocinas,
braseros y planchas para la ropa, también se vendían mucho los secadores de mimbre
a los cuales se les ponía un brasero debajo y se secaba la ropa, pues a veces la
lluvia podía durar una semana, sin posibilidades de secarla en el patio, el comercio
era muy menor; una ferretería, unos pocos almacenes, un mercado de frutas y verduras,
una botica, un par de tiendas en manos de árabes e italianos, algunos sastres, abundancia
de zapateros para reparar los zapatos que eran muy caros, varias bodegas de vino,
el infaltable club social para los de más recursos, una bomba de bencina, en un
comienzo operada a mano, algunas carnicerías, un hospital muy antiguo, en un comienzo
de madera con un solo doctor de medicina general, una oficina de la caja nacional
de ahorros hoy Banco Estado, un hotel, unas cuantas panaderías, un cine llamado
el teatro donde se exhibían películas en blanco y negro generalmente de vaqueros
o mejicanos, muchas iglesias evangélicas, un convento franciscano y una parroquia,
los basurales no causaban mayor problemas al no existir plástico ni nylon, casi
todo era orgánico excepto unas muy pocas botellas de vidrio, tanto era así que por
la abundancia de lluvia ya en unos 10 años se estaba harnereando el basural y usando
el material para los jardines de la plaza de armas, que era muy bella con hermosos
tilos y olmos en sus paseos, también había aquí un hermoso quiosco de fierro de
estilo barroco, botín de la guerra de 1879 contra Perú y Bolivia, además de un artístico
puente mecano sobre el rio Malleco de igual origen, este último fue arrastrado en
una gran crecida del rio Malleco y por la torpeza de algún personaje poco visionario
que hizo eliminar un cauce de desahogo del rio ante las crecidas.
Lo que los primitivos diseñadores del
puente previeron inteligentemente, unos torpes lo eliminaron causando la perdida
de una verdadera reliquia de la antigua tecnología.
En las plazas de armas de los pueblos
se efectuaban los actos cívico militares con gran pompa, los colegios y liceos desfilaban
causando a veces un espectáculo un tanto penoso por lo pobre de los atuendos, con
unos actos que todo el mundo deseaba que terminaran luego, una curiosidad del sur
es que el año nuevo era una fiesta más bien familiar, en cambio el 18 de Septiembre
aparte de las ramadas propiamente tales, pues eran cubiertas con ramas naturales,
al punto que tenían el aroma del pino o eucaliptus según el árbol usado, la mayoría
muy pobres con piso de tierra muchas de ellas y con unas cantoras no tan afinadas,
con mucho pipeño, chicha de uvas y otros tragos, se acompañaban de grasientas empanadas
fritas, y como generalmente se hacían formando en conjunto una U, en el patio que
se formaba deambulaban un par de carabineros montados que solo intervenían para
separar a los más agresivos, se da el caso de un pueblo vecino Mulchén, en donde
las ramadas se suspendieron definitivamente debido a que todos los años había muchos
acuchillados.
Otra característica eran los juegos
populares, con diversos juegos, el más destacado era el palo encebado, de unos 15
metros de altura y un billete puesto arriba en una cruceta, casi nunca nadie lograba
el premio, volviendo a la plaza aquí se hacía un show, que es el que hoy se hace
para el año nuevo, 18 y 19 al atardecer de juntaba gran cantidad de personas que
reventaban cuetes, empanadillas, guatapiques, viejas, por parte de la municipalidad
se lanzaban fuegos artificiales, globos y cañonazos, también ruedas con cohetes
que daban vuelta a alta velocidad lanzando fuego de diversos colores, generalmente
en algún local espacioso había un baile, un poco más seleccionado que las ramadas,
bien protegido, pues no era raro que se desencadenaran fuertes lluvias transformando
las ramadas en un lodazal tanto afuera como adentro, poniéndole mucha viruta que
pronto se mojaba totalmente, muchos borrachos discutiendo con un poste, otros conversando
con una pared, otros cantando a pleno pulmón con una voz aguardentosa, totalmente
ajenos a la realidad que los rodeaba.
Por ser poca la cantidad de habitantes
casi todos se conocían, eso era una ventaja, pues de alguna forma se protegían unos
a otros, llegando incluso a saber dónde vivía cada uno, como mencione anteriormente
el delito era muy escaso y eso proporcionaba mucha tranquilidad a todos los habitantes,
además como el flujo de afuerinos era muy poco, más tranquilo era todo. Otro aspecto
es la población del país y del sur, en lo que es el país a grandes rasgos podemos
decir que la gran mayoría de los habitantes de Chile son descendientes de españoles,
pero en la zona de Valdivia y Osorno y en las cercanías de Puerto Montt hay muchos
descendientes de alemanes traídos en la década de 1850 por el gobierno de la época
(en la Novena región tenemos un porcentaje no menor de mezcla entre mapuches y chilenos,
a simple vista no se nota mucho, pero al observar los apellidos se ve que hay muchas
personas en esa condición) estos inmigrantes fueron traídos por el gobierno, para
poblar zonas con muy poca población y en el caso de la Novena región, para poblar
una zona recién tomada a los mapuches.
Un agente del gobierno publicó avisos
desde Francia para personas de nacionalidad suiza, ofreciendo traer las familias
sin costo en barcos fletados, una vez llegados acá se les daría a cada familia 40
hectáreas de terreno, más los implementos indispensables para sobrevivir. Entre
estas personas estuvieron mis antepasados, la situación era muy diferente entonces,
en Suiza, la vida era esquematizada con pocas posibilidades de progresar, en cambio
acá se les traía a una tierra virgen con muchas posibilidades de practicar la agricultura,
con grandes bosques para explotar sin muchas cortapisas; sopesado esto, muchas familias
se decidieron y hubo 3 colonias de unos 100 o más personas cada una, fue una gran
aventura por lo demás, pues después que los soldados y agentes les indicaron su
terreno, los dejaron solos en el bosque, hay que pensar que no conocían el idioma
español casi todos hablaban el alemán, razón por la cual en un comienzo debieron
mantenerse férreamente unidos, además casi no había ciudades cerca, lo más avanzado
era Temuco y aquí se vio el empuje, tesón e inteligencia de cada familia, a
pesar de que mi bisabuelo perdió una hija en un accidente, se sobrepusieron y junto
a mi bisabuela que era una persona de muy buenas ideas comenzaron un lucrativo emprendimiento,
habido es que antes de salir de Suiza vendieron la casa familiar a muy buen precio,
con ese dinero mi bisabuelo apoyado por la inteligencia y las buenas ideas de su
esposa importo un aserradero y un locomóvil, con los cuales instalo un negocio de
madera que consistía en tomar los grandes trozos de los arboles cortados a la medida
necesaria y transformarlos, en tablas, tablones y postes que se vendían muy bien
por la necesidad de construir casas y el crecimiento de la población, la familia
era numerosa, y había varios hijos varones, entre ellos mi abuelo, esto fue un gran
aporte para el país si consideramos que la población del sur en especial estaba
formada por personas en su gran mayoría inquilinos analfabetos, ya que la educación
solo se impartía en las grandes ciudades, el analfabetismo era casi total, dicho
esto debemos concluir que fue un gran progreso el que se introdujo al país, con
gran valentía y esfuerzo, en el caso de mi bisabuelo, pronto falleció su querida
esposa, con sabiduría practica busco con paciencia otra persona afín a sus ideales
y se casó nuevamente, pero la desgracia nuevamente lo azoto quedando viudo de nuevo,
volvió a buscar una nueva compañera la que si sobrevivió, finalmente volvió a Suiza
con ella y terminó allá sus días, para mientras los hijos de su primera esposa ya
se habían transformado en hombres y mujeres de bien, eso si él los dejo muy muy
bien puestos económicamente. Mi abuelo quedo con un campo en las proximidades de
Lautaro, después de varios años vendió ese campo y se fue un poco más al sur comprando
un campo, muy bello con parte plana y parte de montaña, a orillas del rio Donguil,
muy cerca del pueblo de Gorbea allí se crio mi padre y sus hermanos, la abuela era
una persona de origen español de la zona de León en España, ellos fueron campesinos
lo que hacía que su vida fuera tranquila, con buena alimentación y conocedores a
cabalidad de las labores propias del campo, cada uno recibió su porción de campo,
mi madre campesina también descendiente de europeos del norte recibió como herencia
una importante cantidad de vacunos, andando el tiempo vendieron su campo y adquirieron
otro campo cerca de Collipulli, pero no les fue bien y al final terminaron con nosotros
su numerosa familia en el pueblo de Collipulli.
Antes de continuar deseo narrar algo
acerca de los mapuches ya que fuimos criados entre ellos y después por mi trabajo
viví varios años entre ellos; confinados a las reducciones después de separarlos
de los extensos terrenos que usufructuaban eran llamados salvajes y barbaros, pero
nada de eso es verdad, según mi conocimiento ellos vivían y, aún es así, empobrecidos
en grado máximo, aunque hay que decir que un 30 por ciento aproximadamente salieron
del campo y se asimilaron al país siendo muy buenos obreros, empleados, carabineros,
profesionales e incluso parlamentarios, otro grupo un tanto menor se quedó en el
campo cultivando la tierra en invernaderos y con tecnología, vendiendo directamente
sus productos y también frutos silvestres, pero la gran mayoría quedo en los campos,
criando ganado menor en su mayoría y cultivando sus campos sin tecnología, teniendo
cosechas muy pobres, además, al no cercar los predios muchas veces los animales
de algunos destruían los sembrados de los vecinos generándose conflictos entre ellos,
el problema también es que los campos eran y son demasiado pequeños, por otra parte
por siglos los guerreros se dedicaban a la caza y la guerra y las mujeres a cultivar
algo, criar los hijos y todo lo domestico, al tiempo actual la gran masa que permaneció
en los campos hace su trabajo en forma independiente sin horarios, lo que los complica
cuando toman algún trabajo formal, es su forma de ver la vida, además entre ellos
no existe el robo, cuando algo se pierde se considera que es culpa del dueño por
no saber cuidar lo suyo, se produce entonces este cuadro: 8 vacunos pastando, un
abuelo sentado bajo un árbol cuidándolos, 12 cerdos y un muchacho con ellos a la
vista, 15 ovejas una anciana mirándolas y así, todos los animales tienen su cuidador,
incluso a veces tienen una casetitas hechas de ramas donde se instala el cuidador
o cuidadora, durante el tiempo que trabajé con niños mapuches en una escuela,
era un placer trabajar con ellos, respetuosos, tranquilos, en una oportunidad llegue
a tener 90 niños pequeños en una sala y no había ningún problema, pero por el año
2008 más o menos volví a trabajar en escuelas rurales con mapuches y ahí me encontré
con la sorpresa de unos personajes camuflados como profesores pero que constantemente
le decían a los muchachos cosas disociadoras, luego estos personajes desaparecieron
y supe que habían viajado al extranjero para capacitarse, pero su labor fue bastante
negativa, esto que escribiré ahora puede parecer fuera de lugar, pero lo relatare
tal como lo viví, trabajando en una escuela de niños mapuches en la localidad de
Chol Chol, de pronto se enfermó el profesor encargado de ir a una reunión de escuelas
mapuches, la que era dirigida por un supervisor de la Secretaria Regional de Educación
y él les traía, según él, una muy buena noticia, se restarían 2 horas semanales
de castellano para hacer dos horas semanales de mapudungún, ¿Qué les parece pregunto?
Se produjo un gran silencio y los delegados de las escuelas señalaron que los apoderados
de los niños mapuches les habían preguntado ¿y para qué queremos que nuestros hijos
aprendan algo inútil? Si quieren hacer cambios pónganles horas de inglés que es
algo útil, me quedé asombrado y el supervisor se quedó mudo, y trató de terminar
la reunión de la forma más pacifica posible, sin insistir en absoluto en el tema,
lamentablemente gran parte de la propaganda que existe está dirigida al turismo
que es una fuente de ingresos no despreciable, el abandono existente lo aprecié
en mi primera escuela mapuche, debimos hacer una campaña, para que los niños en
sus casas motivaran a sus padres a hacer una letrina o bien lo hicieran ellos en
forma primitiva, las escuelas ayudaron mucho con los programas de alimentación,
ya que muchos niños estaban en un avanzado estado de desnutrición, y ya en esos
años había falta de agua potable pues los pozos escolares eran mal planificados,
tenían agua hasta Octubre por su poca profundidad y a diario era necesario traer
agua desde buena distancia para baños y alimentación una realidad triste, pero una
labor muy altruista de los profesores destinados a las escuelas rurales, que era
su compromiso de contrato.
En los pueblos los mapuches daban un
espectáculo muy hermoso sobre todo las mujeres con sus trapelacuchas (mapundungún:
aguja prendedora) este es un adorno de plata muy hermoso con sus chamales que es
un gran paño cuadrangular de color negro que envuelve todo el cuerpo sujeto por
un alfiler, con su trarihue que es una faja que se atan a la cintura, ellas siempre
muy trabajadoras vendiendo verduras con un canasto y soplillo que es trigo todavía
verde muy sabroso para cazuelas. En una oportunidad con uno de mis hermanos llevamos
desde Ercilla un equipo de chueca o palin a jugar con otro equipo de Caillin en
las cercanías de Collipulli, nosotros no nos imaginábamos como eran sus costumbres
en detalle. Llegamos al lugar y el equipo local vino con sus loncos a dar la bienvenida
a los visitantes; Tomó la palabra el representante de los dueños de casa y dio la
bienvenida a los visitantes ¡Hablo una hora y media sin parar! El visitante no dijo
nada, luego le toco a él, otra hora y media sin parar, luego vino el juego a la
chueca o palin, una cancha angosta pero de unos 200 metros de largo, con una barra
compuesta de mujeres en cada esquina provistas de abundantes ramas de canelo ¡cuatro
horas!, luego vinieron 2 horas de masatun; un baile monótono en que se da vueltas
y vueltas alrededor de una ramas grandes de canelo, ya oscureciendo vino la comida
¡un caballo entero cocido en unas 20 ollas en fuegos en el suelo! a esas alturas
ya teníamos tanto frio y hambre que atacamos el caballo sin pensarlo, yo comí un
poco porque es una carne buena pero de fibra gruesa a la cual no estábamos acostumbrados,
finalmente ya entrada la noche fuimos a dejar al equipo visitante y esa noche el
caballo le paso la cuenta a mi hermano pues comió mucho. De aquí sacamos una moraleja:
cuando los mapuches hablan…… hablan, cuando juegan…….juegan, cuando bailan …… bailan
y cuando comen…. Comen, no son nada de mezquinos en sus costumbres. Famosos son
sus Nguillatunes o rogativas para que llueva y haya una buena cosecha, que solían
durar hasta cuatro días y en el baile del masatun algunos caían rendidos y eran
retirados a la orilla de la pista de baile para que se repusieran del agotamiento,
siempre dirigidos por los loncos o jefes y las machis o curanderas, cuando había
diferencias se dirimía con una pelea al lonco que consiste en tomarse de los hombros
y darse sonoros cabezazos, generalmente terminaban bebiendo bastante pulco
(mapudungun: vino) y la diferencia se olvidaba y todo en paz.
Para quien no viva en la zona y no conozca
se imagina que la zona es un volcán y realmente no es así, son focos en donde se
ha introducido la violencia que vemos en los diarios y televisión, lo que sí es
efectivo es que ha aumentado la pobreza, y esto por una razón bastante simple: En
la zona el fuerte es forestal, agrícola y ganadero, esto requiere de mucho capital
en máquinas, animales, cercos, galpones y esto genera trabajo y movimiento económico
en forma transversal, pero si -como vemos a diario- constantemente se están quemando
maquinas, galpones, matando vacunos, robando grandes cantidades de madera, nadie
desea invertir y eso hace que no haya trabajo, es un asunto bien complicado, pero
tomando un ejemplo; entre Temuco y Chol Chol hay casi 30 kilómetros de tierras mapuches
y no hay cercos, nada plantado, ningún caballo, vacuno u oveja la pregunta lógica
que surge es ¿para que desean la tierra? La única explicación es que desean tenerla
porque era suya en el siglo XIX, es razonable, pero como la tierra ha ido siendo
vendida varias veces es un asunto que debe solucionar el gobierno y el cual es bastante
complejo. Volviendo a la zona de Malleco su tierra es especial para el cultivo de
cereales, trigo, avena, cebada y hasta no hace mucho había grandes haciendas y fundos,
algunos hasta de 10.000 hectáreas, estos grandes predios movían buenos capitales
y contaban con mucha maquinaria y tecnología, criaban gran cantidad de vacunos,
pero su fuerte era el trigo, al punto que a la zona se le llego a llamar el granero
de Chile, se sembraba enormes potreros de 100 cuadras o más produciendo rindes de
100 por uno, los dueños de los fundos vivían en Santiago en el barrio alto en hermosas
mansiones, y en primavera y verano venían a ver a sus administradores y a supervisar
la cosechas, pero las industrias forestales con sus grandes capitales presionaban
a los funcionarios para que declararan la tierra no apta para cultivo de cereales
y comenzaron a comprar fundos por todas partes, hoy en día unos 650 kilómetros de
la carretera cinco sur -desde Chillán hasta Osorno- están forestados con pinos y
eucaliptus, lo que ha significado la perdida de especies nativas, de la fauna como
los choroyes que se alimentaban en los terrenos abiertos.
También ha habido enormes daños a la
población campesina y al país pues los pinos y sobre todo los eucaliptos consumen
gran cantidad de agua secando las vertientes al punto que las municipalidades, con
el aporte de todos nosotros, se ven en la obligación de usar enormes recursos para
proveer de agua para consumo humano en camiones aljibes, y todo esto para que las
grandes compañías forestales ganen cifras siderales de dinero, sin ni siquiera dar
trabajo a los campesinos pues explotan sus bosques con máquinas y prácticamente
no necesitan mano de obra. En lo que se refiere a la provincia de Malleco, hoy felizmente
se han instalado muchos cultivadores de berries, aunque esto también está complicado
por los constantes ataques.
Un verdadero monumento de Collipulli
es el convento franciscano que data de 1897, es una obra sencilla pero de buenas
líneas arquitectónicas, resulto muy dañado en el terremoto de 1960, al punto que
cayo su campanario y tuvo que ser reemplazado por una cruz, nuevamente el terremoto
del 2010 lo afecto mucho quedando inhabilitado para funcionar, es destacable que
en tiempos en que el pueblo no contaba con humanidades, don Honorio Aguilera formara
un liceo que ayudó a educarse a muchos jóvenes del pueblo supliendo una gran necesidad
educacional necesaria en ese momento.
El ferrocarril. No puedo dejar de comentar
sobre este importante medio de transporte y carga que movilizó, en forma casi exclusiva
por casi un siglo al país, con sus estaciones casi todas centenarias, su gran patio
de maniobras, con 10 o más líneas para desviar los carros con carga a diversas líneas
secundarias contando para ello con personal especializado para los desvíos, a
fin de que la locomotora dejara los carros donde fuera necesario, también aparte
de la estación había una bodega para recibir la carga menor y otra para recibir
grandes cargas como los quintales de abonos y fertilizantes, contaba además con
un corral y un cargadero de vacunos, cerdos o caballares, la totalidad de la carga
del país se transportaba por ferrocarril, los pueblos sentían constantemente el
ruido atronador de las poderosas locomotoras a vapor que arrastraban gran cantidad
de carros con mercaderías incluido el combustible, había un tren especial que
los días Viernes después de las doce del día traía frutas y verduras desde la zona central,
esta mercadería vegetal era transportado desde el tren en carretones tirados por
caballos hasta verdulerías, mercados y puestos. En la temporada de sandias y melones
algún comerciante compraba un carro completo y ponía una especie de rancha donde
los vendía más barato. En cuanto a pasajeros, la exclusividad total era de ferrocarriles,
aquí se usaban las locomotoras más modernas y rápidas. Los vagones de pasajeros
de tercera clase, los más baratos, tenían asientos muy duros, aquí se podía llevar
aves vivas en sacos, y diversos productos como canastos de cerezas y otras cosas,
todo era muy abigarrado, los vendedores ambulantes pasaban a cada rato vendiendo
un sin fin de mercaderías, desde naipes hasta remedios mágicos, cada cierto tiempo
pasaba un empleado del tren que voceaba: malta, papaya y pilsener; cerca de la hora
de almuerzo pasaba otro personaje que ofrecía carbonada y almuerzo, los baños eran
infernales por su aseo y olor, más adelante iban los carros de primera con asientos
con respaldo altos muy cómodos, los baños bastante aseados, no entraban ni vendedores
de afuera ni del ferrocarril pues un carro más adelante iba el coche comedor y más
adelante, detrás del carro del equipaje, iba el coche dormitorio, muy elegante.
En cada pueblo el carro de equipaje dejaba el correo y las encomiendas, también
venía un personaje que traía los últimos diarios y revistas que vendía rápidamente,
durante la parada del tren, el sistema de enganche de la locomotora con los carros
era a través de unas especies de muelas y el sistema de vapor no permitía paradas
ni partidas muy suaves, las locomotoras llevaban apegado un tender o carro carbonera
que llevaba carbón de piedra para mantener el calor de la máquina y atrás llevaba
un depósito de agua, en cada estación había una llave gigantesca abastecida por
un estanque enorme para que las locomotoras cargaran el agua que generaba el vapor.
Para cargar el agua la locomotora debía frenar en el lugar exacto para que la llave
coincidiera con el estanque del tender, de no ser así la locomotora debía retroceder
o avanzar unos metros produciendo una especie de tironeo en cadena muy molesto
para los pasajeros, el ver partir la maquina era un espectáculo: lanzando chorros
de vapor y patinando de pronto sobre el riel mojado, haciendo sonar su bronco pito.
Por una razón desconocida el tren de
pasajeros podía partir con horas de atraso, lo que hacía que la gente esperara en
las desvencijadas salas de espera que muchas veces se llovían, muchos pasajeros
comían su roquín en la sala de espera, generalmente pollos cocidos o huevos duros,
con buen tiempo la estación era un paseo, especialmente con un tren que pasaba a
las 11 A.M. que venía de Concepción, este traía pescados de Talcahuano, las últimas
revistas y diarios y como la hora era cómoda las invitaciones eran ¿Vamos a darle
la pasada al tren de 11?, la idea era ver alguna cara nueva, alguna novedad, porque
la vida en los pueblos era tranquila, pero también monótona, en las noches y la
madrugada al haber más silencio, se podía apreciar claramente el paso de un tren.
Cuando venía entrando al viaducto del Malleco un tren desde el sur, debía hacerlo
lentamente, pero si disminuía la presión de la locomotora de algún tren de carga,
se sentía como la maquina se detenía y se oía como el maquinista la retrocedía unos
500 metros, y una vez le habían subido la presión a la máquina, esta podía atravesar
el viaducto lentamente, aunque sin detenerse. Cuando corría viento sur se escuchaba
claramente toda la maniobra.
Un espectáculo era ir a mirar cuando
los maquinistas formaban los trenes, pasando de una línea a otra gracias a la operación
de los cambios que hacía el palanquero. Los trenes rápidos o flechas con su característico
color rojo y siempre con máquinas diésel muy veloces, se cruzaban en Collipulli
uno iba a Santiago y el otro venía de Santiago rumbo a Puerto Montt, solo llevaban
carros de primera y solo paraban en estaciones grandes, era lo más rápido, pues
la aeronáutica aún estaba en pañales, lo cierto es que la vida era mucho más lenta
por obligación. Otro aspecto muy importante es que el ferrocarril llegaba a todo
Chile y debido a eso tenía 1 y 1000 ramales, por ejemplo entre Angol y Renaico,
estaciones como Trintre (mapudungún: Crespo), Coigüe (mapudungún: Lugar de mucha
agua), Rari ruca (mapudungún: Cabaña de arbustos) la cual se encuentra entre Victoria
y Curacautin y otras estaciones más al sur como Antilhue (mapudungún: Lugar soleado)
Pishuinco, Polloico, Huellelhue; el ferrocarril llegaba a todas partes, ahora explicare
las razones. La ruta vial que unía Santiago al sur el país era el camino longitudinal
sur. Era camino solo hasta Chillan, de ahí al sur era una huella a la cual ni siquiera
se le hacía mantención al ripio, no tenía ninguna incidencia en lo económico, solo
algunos adinerados se arriesgaban a transitar por el longitudinal sur en Diciembre,
Enero y Febrero, además en varios sectores no había puentes; por ejemplo el rio
Mininco había que cruzarlo en una balsa que era movida por el esfuerzo de un hombre
que tiraba de un cable, era solo para vehículos livianos, más adelante cuando habilitaron
algunos puentes, camiones de 8 toneladas se arriesgaban en verano y si los sorprendía
una lluvia, tenían que esperar hasta 10 días a que el camino se secara para desenterrar
el camión del barro, uno podía andar horas por el camino incluso en verano y no
pasaban autos, aparte de que tenía cuestas muy pronunciadas y curvas demasiado cortas,
entonces para cualquier viaje de más de 20 kilómetros había que recurrir al ferrocarril,
además el camino pasaba por dentro de todos los pueblos lo que hacía más lento el
desplazamiento, también debemos decir que el parque de camiones era mínimo y de
buses inexistente, recién en el año 1960 se empezó a construir pomposamente la carretera
panamericana con una pista hacía el sur y otra hacía el norte lo que generaba tacos
de más de 20 kilómetros cuando un camionero se apoderaba de la pista a 25 kilómetros
por hora todo el tiempo que a él se le ocurriera y había que orar para que entrara
en algún pueblo cercano, un cordón de cerros a salvar era la cuesta de Lastarria
en la parte sur de la provincia de Cautín, eran unos 17 kilómetros de subidas y
bajadas, amén de la peligrosa cuesta del Malleco, por eso el tren era amo y señor
del transporte de carga y del desplazamiento de personas.
Pasare ahora a narrar lo que significaba
la escuela primaria, era 95% publica y 5% particular pagada, los profesores eran
educados en su totalidad gratis en las escuelas normales del país y el compromiso
era trabajar un mínimo de 3 años en escuelas rurales, que muchas veces no tenían
un local adecuado y funcionaban en viejas casonas, los profesores no tenían donde
estar, con suerte conseguían alguna pieza abandonada, debían prepararse su propia
comida y el primer sueldo les llegaba 8 meses después de empezar a trabajar, muchas
escuelas eran unidocentes; esto significaba que el profesor debía arreglárselas
para hacer clase de primero a sexto primario, no existían las manipuladoras, el
profesor con algunas niñas más grande o alguna apoderada debía encargarse de tener
el almuerzo todos los días; no podía faltar el almuerzo pues había niños que venían
de 4 o 5 kilómetros a la escuela, era un verdadero apostolado, el profesor era la
autoridad, el combustible para la escuela y su cocina; a los dueños de fundo, verdaderos
sátrapas, no les simpatizaban mucho las escuelas, así es que su cooperación era
mínima, pensaban que la gente del campo estaba bien sin educación. Pasando a las
escuelas de pueblo, eran muy democráticas, asistían desde hijos de gente acomodada
hasta niños del campo que apenas calzaban ojotas, su vestimenta a veces tenía muchos
parches, los profesores eran muy homogéneos, todos salidos de las escuelas normales
y ya habían pasado años en escuelas rurales, las escuelas de los pueblos eran edificios
vetustos y antiguos muy poco acogedores y los profesores aplicaban una disciplina
pareja, pero fuerte, se castigaba el atraso, las tareas eran para cumplirlas, si
no se cumplían había disciplina, el orden era esencial, debíamos ir formados hasta
dos cuadras salidos de la puerta de la escuela, las groserías eran severamente castigadas,
el patriotismo era inculcado con fuerza, el respeto a los profesores era condición
sine qua non, los padres apoyaban la disciplina de la escuela sin rebatirla, para
mí personalmente por mi timidez y mi corta estatura fue duro, siempre era el más
débil y pequeño. Los profesores en cuanto personas eran dedicados, algunos incluso
cortaban el pelo a sus alumnos, una situación de terror era cuando el profesor decía:
a ver niños vamos a revisar los dientes y luego decía imitando la suerte de los
gladiadores con el pulgar hacia abajo: Pérez, Rojas, Martínez y González mañana
van al dentista y al otro día temprano salían los condenados a cargo del más grande
entre ellos con el cuaderno con la lista, el problema es que, como todo en el país
en aquellos tiempos, muchas veces la anestesia no funcionaba. Otra situación complicada
era cuando el profesor daba una poesía a estudiar, eso no era optativo, caían varillazos
al que no la memorizaba y el profesor de pronto decía a ver tu Sánchez vas a recitar
esa poesía en el acto matinal del Lunes; era un suplicio estudiar Sábado y Domingo,
pero había que cumplir sin excepción, otra situación complicada eran los actos y
desfiles patrióticos, los actos eran de nunca acabar y para el desfile había que
esperar horas, cada uno rogaba que todo terminara luego, lo cierto era que había
situaciones complicadas, el almuerzo era solo para los niños que venían del campo,
la pobreza hacía que usáramos cuadernos de 20 hojas, ni la pluma fuente ni el lápiz
a pasta aparecían aún, así es que cada banco bipersonal tenía un hoyo para poner
un tintero, y se escribía con una pluma que se untaba en el tintero y que a veces
la maldita dejaba caer un goterón de tinta en medio de la hoja, todo esto tenía
bastantes ventajas después de un par de varillazos nadie quería llegar atrasado
a clases, cuando tocaba la tercera sesión de campanadas cerca de la escuela se veía
una gran cantidad de niños que corrían hacía la escuela aprovechando el minuto que
el profesor de turno se demoraba en empezar a formar la fila de atrasados y sabedores
de lo que se les venía algunos trataban de ponerse cuadernos en el trasero para
protegerse, pero era inútil, si el profesor estaba de humor determinaba que se diera
una vuelta al patio de la escuela en cuclillas, haciendo sapitos como se le llamaba,
el problema es que el ayudaba a los más lentos con unos amables varillacitos, en
la sala, más valía aprenderse las tablas o las poesías, de lo contrario caía a una
fila, al terminar el profesor le decía al primero “dale dos varillazos a cada uno”
y si este pegaba despacio pensando que después le iba a tocar a él, el profesor
le decía “así que no sabes pegar, yo te voy a enseñar” y le daba dos varillazos
concentrados, por lo tanto los otros pegaban duro, a veces había que estar sentado
de lado por unos dos o tres días, era la forma de pensar y todo el mundo lo aceptaba,
por otra parte no se aceptaba el habla sucia, se reforzaba la idea de cumplir sus
compromisos; así y todo para mí en lo personal fue una etapa dura, ya el solo hecho
que uno esperara que pasara rápido muestra que fue un trago amargo, aunque al tener
varios hermanos, como en mi caso, se hacía más amable.
Las escuelas urbanas eran casi todas
segregadas tanto de niños como de niñas, no así las rurales que eran mixtas, pero
vuelvo a insistir porque al tener reglas más duras nos preparó mejor para la vida
y los desafíos que conlleva, los profesores eran más dedicados a su trabajo, se
preocupaban de llevarnos a paseos, nos cortaban el pelo, se preocupaban de la pediculosis,
nos enviaban al dentista, nos hacían ver la eficacia del orden y el respeto y ellos
daban el buen ejemplo.
El liceo fue otra cosa, una experiencia
mucho más amable, se acabó el castigo físico, los liceos eran mixtos en la mayoría
de los casos, los profesores trabajaban por ramos, lo que hacía una diversidad de
personalidades, nos respetaban y nos daban muy buen trato, es como si de pronto
fuéramos personas diferentes, el hecho de interactuar con niñas era una novedad
muy agradable, un alto porcentaje de niños de la escuela primaria ya no continuaban
en el liceo, había una especie de selección, un deseo de saber más, de conocer
y los profesores lo captaban, además siempre en los pueblos los liceos tenían menos
matricula que las escuelas primarias lo que hacía que todo fuera más familiar; personalmente
estudié en un liceo pequeño con 15 o 20 alumnos por curso y esto hacía que el liceo
fuera casi familiar, todos los compañeros nos conocíamos, además en un comienzo
el liceo fue levantado por la perseverancia de unos idealistas que consiguieron
que los profesores trabajaran gratis, eso demuestra su calidad como personas,
nos estimulaban y nos trataban con respeto, aunque esto no quiere decir que no hubiera
orden, la diferencia es que acá se hacían anotaciones al libro y se llamaba al apoderado
lo que era muy temido, un ejemplo de aquellos tiempos nos puede ayudar a
entender: Las fiestas o malones empezaban a las 3 de la tarde y terminaban a las
8, para el baile las niñas estaban en un lado y los varones al frente, para sacar
a bailar a una niña había que atravesar toda la pista con el riesgo que la niña
le dijera que no delante de todos, por eso la sabiduría practica decía que había
que invitar a bailar a la menos agraciada, así se reducían riesgos, el respeto era
la moneda de cambio en todo ámbito, la malla curricular era cien por ciento humanista
estudiábamos francés, economía política, psicología, filosofía, educación cívica,
se enfatizaba mucho la historia universal, la de Chile, también la geografía, debíamos
saber casi de memoria todos los presidentes de Chile desde O’Higgins en adelante
y ya comenzaban a verse las inclinaciones artísticas de algunos, hay que considerar
que al terminar el liceo un licenciado podía entrar a trabajar en el correo, un
banco, el registro civil, ferrocarriles, o podía hacer un curso de dos años en una
escuela normal y ser profesor, eso quiere decir que las, humanidades eran la llave
para tener mejor pasar en la vida, no se requerían seminarios, ni cursos pagados,
por esa razón el liceo era apreciado y respetado, lamentablemente la gran mayoría
solo terminaba la escuela primaria quedando casi obligados a trabajar como obreros
o ser carpinteros, mecánicos, carabineros, albañiles, por supuesto que no desmerece,
pero eran trabajos sacrificados y no tan bien remunerados, si uno deseaba continuar
debía rendir bachillerato y tratar de entrar a la universidad que era gratis, pero
solo había 8 universidades en el país y a veces estaban muy lejos de los pueblos,
por esa razón había que tener dinero suficiente para pagar una pensión, lo cual
casi nunca se podía, y estaba el acostumbrarse a vivir solos, hay que pensar que
éramos mucho más pueblerinos y por lo tanto apegados a la familia, las pensiones
de estudiantes no tenían ni la comodidad, ni la amabilidad a la que uno pudiera
estar acostumbrado, muchos se quedaban trabajando como profesores en las pocas escuelas
particulares que había, recuerdo un profesor de matemáticas muy bueno que solo había
estudiado hasta quinto año y después termino las humanidades, aquí debo acotar que
el estudiante tenía mucho menos distracciones para el estudio, además una realidad
era que al terminar sus humanidades era casi seguro obtendría algún trabajo medianamente
remunerado, pues debido a la realidad del país se necesitaba personas un poco más
preparadas, además en vez de tantos cursos al entrar a un trabajo la empresa fuera
pública o privada le asignaba un funcionario que lo iba capacitando hasta que se
manejara correctamente, lamentablemente hoy el mercantilismo ha hecho que se creen
miles de cursos, gran cantidad de ellos inútiles y aun así caros, al trabajar tantos
años en la educación he observado que al ser cada alumno un cliente por el cual
se paga subvención, cada vez que los estudiantes no cumplen con los objetivos hay
diez razones para justificarlo y promoverlo, todo esto ha hecho que baje el nivel
educacional al punto que hoy tener educación media es irrelevante, lamentablemente
muchos liceos de décadas de prestigio hoy no son prestigiosos, pues sus estudiantes
se ven envueltos en los movimientos estudiantiles y los que desean estudiar se ven
perjudicados por largos periodos sin clases.
Fenómenos
telúricos y atmosféricos
El primero al que me abocare ocurrió
en el mes de Mayo de 1960; tiene dos etapas con sus características, la primera
de ellas afecto más directamente a la zona desde Concepción hasta Talca aproximadamente,
esto ocurrió el 21 de Mayo de 1960 a las 06:02 A.M. con epicentro en la península
de Arauco y a unos 25 kilómetros de profundidad, su magnitud fue de 8.3 con varias
réplicas, ocasionando daños a un tercio de las edificaciones en Concepción y dañando
el 65 por ciento de las edificaciones de Talcahuano, 125 personas fallecieron con
este terremoto. En Concepción, el puente San pedro sobre el rio BioBio se cortó
en tres partes, todas las casas más antiguas cayeron, la Universidad de Concepción
resulto con serios daños, la torre de la estación de ferrocarriles se derrumbó,
varias iglesias fueron destruidas, el colegio inmaculada Concepción debió ser demolido,
en calles como Maipú, Freire y los Carrera los locales comerciales quedaron hechos
escombros, el liceo de niñas se quemó de arriba a abajo, el liceo técnico de niñas
se derrumbó, casi todos los autos en los garajes quedaron aplastados, en la
provincia de Ñuble hubo muchísimos daños, por todas partes las calles se agrietaron,
la última réplica del terremoto de Concepción se produjo 15 minutos antes del terremoto
cataclísmico de las 15:11 del día siguiente, cuyo epicentro estuvo situado
entre Traiguen y Lumaco, el cual que tuvo una magnitud de 9,5 grados Richter, con
una duración de 10 minutos, siendo el mayor terremoto registrado y medido a la fecha
en el mundo, los transeúntes no podían mantenerse en pie, afecto unos 1000 kilómetros
lineales dejando pueblos enteros reducidos a escombros, por ejemplo caleta Queule
desapareció, al igual que Tolten. Este sismo fue percibido a nivel planetario, causo
maremotos a lo largo del Océano Pacifico e incluso provocó la erupción del el volcán
Puyehue, causando en total unas 5000 muertes, hubo importantes replicas con muchos
daños hasta el 6 de Junio. En el desagüe del lago Riñihue se produjo un tapón de
barro al desmoronarse un cerro, esto hizo que se empezara a acumular agua, al punto
que si no se hacía algo para liberarla y se venía un aluvión cuando la
acumulación de agua desbordara el tapón Valdivia desaparecería. Se trajo maquinaria
pesada, pero debido a las intensas lluvias las máquinas se enterraron y se perdía
más tiempo desenterrándolas, de aquí que el trabajo debió hacerse a mano y más de
500 hombres trabajaron por turnos día y noche para ir soltando el agua de a poco,
fue una lucha titánica, todo el país estaba pendiente y las noticias por radio se
sucedían una tras otra, esto era bajo el gobierno de don Jorge Alessandri Rodríguez,
el cielo era surcado día y noche por los poderosos aviones Globe Máster de la fuerza
aérea Norteamericana, la ayuda llegaba de todo el mundo, EEUU regalo un hospital
de campaña completo, el país estaba conmocionado, hubo muchos derrumbes en la carretera
ya de por sí muy elemental, el ferrocarril fue vital en la emergencia, uno de los
terraplenes del viaducto del Malleco anduvo cediendo, felizmente al viaducto propiamente
tal no le paso nada, de todo lo malo salió algo positivo, de aquí en adelante se
comenzó a construir casas y edificios más preparados para sismos, las casas de barro
-a veces de hasta 100 años- se derrumbaron, además se construyeron escuelas, hospitales,
cárceles y puentes nuevos resistentes a sismos. A raíz del terremoto el terreno
bajo en Valdivia permitiendo que el agua entrara por el rio Cruces inundando unas
6.000 hectáreas que nunca más fueron utilizables, sino quedaron solo como humedal,
cuando uno sale al sur de Valdivia la carretera antigua va por un relleno y lado
a lado del camino está todo inundado pudiéndose ver aún las estacas de los cercos
que separaban los potreros, es decir se perdió una enorme extensión de terreno útil
para la agricultura y ganadería, el terreno se hundió 2,7 metros. Se pueden ver
también postes de teléfono sumergidos de Valdivia al sur, en Maullín y Chiloé el
hundimiento fue brutal, la isla Guafo se levantó cuatro metros y la isla Guamblin
se alzó 5,6 metros, 2 millones de personas perdieron sus hogares. En Hawaii 15 horas
después el tsunami originado por el terremoto causo 65 muertes, en Filipinas las
olas mataron 32 personas, en Japón en la región de Honshu llegaron olas de 5.5 metros
que destruyeron 1600 hogares y mataron 138 personas. El sismo fue tan fuerte que
hizo vibrar todo el planeta, afectando la rotación de la tierra. En el puerto de
Corral el mar se elevó 4 metros antes de comenzar a retraerse rápidamente arrastrando
barcos ubicados en la bahía como el Santiago, el San Carlos, y el Canelos, luego
una ola de 8 metros azoto la costa matando cientos de habitantes por su velocidad
de 150 kph, retrocedió y de nuevo volvió una ola de 10 metros insertando el Canelos
de unas 4000 toneladas un kilómetro y medio rio arriba, dejándolo atravesado al
medio del rio Cale Calle, el barco Haverbeck fue arrastrado por las olas, el remolcador
Pacifico fue engullido por el mar. Cerca de Ancud 200 botes con pescadores que se
hicieron a la mar fueron tragados por las olas, sus más de 500 ocupantes murieron,
el tsunami se propago hacía el norte y llego a isla Mocha con olas de 30 metros.
Queule, Ancud y Puerto Saavedra fueron destruidos, el agua de los ríos Valdivia
e Imperial entró más de 20 kilómetros tierra adentro, una ola gigante en Corral
arrastro al vapor Chancharro, en Corral bajo no quedo nada, el terreno quedo plano,
muchas casas que había ahí simplemente se las llevo el mar algunas con la gente
adentro, este megasismo y el tsunami generado fue algo nunca visto, personalmente
era muy joven y sentí toda la fuerza y magnitud de este gran terremoto.
Otro hecho sin tanta publicidad ocurrió
a mediados del año 1965 y afecto a Collipulli y la parte norte del pueblo hasta
Lolenco y Mininco, una noche de Domingo se sintió viento y lluvia, pero dio la impresión
de no ser nada importante, no obstante en algún momento se dejaron sentir rachas
de viento cercanas a los 200 kilómetros por hora, el caso, es que el pueblo quedó
lleno de cercos en el suelo y cañones de cocina y planchas de zinc por todos lados,
pero donde más se notó la furia del viento fue a la salida norte de Collipulli,
todas las plantaciones de pino tenían cada 50 metros entradas de unos 80 metros
de profundidad en donde todos los arboles estaban quebrados como a un metro de altura
y después venían 50 metros en que los arboles no tenían daño, en Lolenco un par
de gigantescos eucaliptus cayeron sobre una casa matando a una familia, como en
el pueblo no había ni radio ni periódico, la noticia no tuvo mayor difusión, pero
fue un suceso nunca visto en la zona, personalmente vi los bosques diezmados quedando
la mitad de sus árboles con gran perjuicio para los dueños de esos campos.
Otra situación memorable fue una copiosa
nevazón de por lo menos 40 centímetros, que en los siguientes 65 años no ha vuelto
a repetirse, fue en el año 1955, y fue algo tan inusual que escuelas y el liceo
suspendieron sus clases para salir a jugar con los niños de otras escuelas y del
liceo haciendo guerra de bolitas de nieve y corriendo por todo el pueblo, haciendo
grandes monos de nieve, en las casas casi todos debieron botar grandes cantidades
de nieve con pértigas largas y firmes, pues los techos sin mucha inclinación corrían
el riesgo de derrumbarse, un fenómeno hermoso, pero también difícil, felizmente
en aquel tiempo el desplazamiento de vehículos era mínimo, lo que permitió que no
hubiera accidentes ni vehículos empantanados.
Un último evento climático ocurrió a comienzos de la década de
1960, vino un año extraordinariamente lluvioso, aunque el rio Malleco no podía amenazar
al pueblo ya que esta 100 metros más abajo, después de varios días seguidos de lluvia
venía tan crecido que se salió para cada lado como una cuadra trayendo grandes troncos
y árboles completos; llego un momento que casi empezó a tocar el viejo puente mecano
traído del Perú y cuando ya casi llegaba a la plataforma misma del puente, carabineros
corto el tránsito y pese a que unos camioneros rogaban por pasar aun viendo el
peligro, el carabinero se mantuvo firme, los camioneros pensaban en la vuelta
de más de 100 kilómetros que necesitarían para seguir al sur. He aquí una anécdota:
un camionero trataba de convencer al carabinero de que lo dejara pasar, y en eso
llego un personaje de vialidad y le dijo al carabinero “déjelo pasar no más si no
va a pasar nada malo”, el carabinero lo quedo mirando y le dijo; bueno lo dejo pasar,
pero va a ser bajo la responsabilidad suya, el funcionario de vialidad se quedó
pensando y volviéndose hacía el camionero le dijo “sabe amigo pensándolo bien
es muy peligroso que pase, no mejor vaya a darse la vuelta no más”. La conclusión
de este asunto no tardó en llegar, la riada trajo un árbol gigantesco que quedó
atascado en el puente y comenzó a hacer un taco gigantesco de ramas y árboles -de
unos 50 metros y más alto que el puente- el cual comenzó a tiritar ostentosamente
y de pronto literalmente exploto, saliendo expulsado unos 20 metros rio abajo quedando
todos los fierros retorcidos y el puente totalmente inutilizado, huelga decir que
se construyó uno más firme y más alto, ya estaban empezando a usarse camiones de
cierto tonelaje y aún no se construía el viaducto carretero y todos los vehículos
debían pasar por el bajo del Malleco, ya estaba la panamericana así es que como
la cuesta era muy empinada y tenía unas curvas muy cortas los camiones comenzaron
a contratar tractores para ir ayudando al motor del camión, a veces iban 2 tractores
ayudando al camión y cuentan que más de un malintencionado durante la noche le ponía
un arado al tractor y araba un trecho del camino para que los camioneros se vieran
obligados a contratar 2 tractores por lo menos. Aquí ocurrió otro hecho anecdótico:
un día un camión vacío con una rampla muy larga que venía de sur a norte patinó
y por alguna razón se fue hacia atrás y la rampla se salió del camino y quedo colgando
en una quebrada, milagrosamente pues la cabina quedó al borde del barranco; pues
bien le pusieron dos tractores y más el motor del camión y no lo movieron, le amarraron
un tercer tractor con un cable de acero y los tres tractores se levantaban un metro
sobre sus ruedas traseras y no lo movían, en eso venía subiendo una motoniveladora,
el camionero le pidió ayuda, el chofer de la motoniveladora un poco de mala gana,
porque él no estaba ganando dinero como los de los tractores, accedió y le dijo:
amarre Ud. el cable al camión y al chasís de la máquina, listo le dijeron, el hombre
acelero la máquina y de un solo envión fue tirando al camión y poniendo la rampla
sobre tierra firme, el hombre acepto el agradecimiento del camionero y siguió su
camino sin inmutarse, el camionero dio algún dinero a los tractoristas que se quedaron
asombrados y siguió su viaje hacia el norte.
Antes de decidir si hacer el puente
actual, se estuvo estudiando si hacer un gran embalse y que la carretera pasara
por sobre el pretil, barajando las ventajas que tendría en cuanto a riego y turbinas
de electricidad, lo que traería un gran progreso para la zona, incluso se estuvieron
haciendo trabajos en terreno y en el lecho del rio, pero finalmente se decidió hacer
el puente, y aquí también paso un hecho anecdótico: las pilastras más altas son
de uno 70 u 80 metros y al terminar una de ellas se descubrió que tenía varios centímetros
de desviación así es que hubo que demolerla hasta la base. Un factor que incidió
fuertemente en que no se hiciera el embalse fue la presión que ejercieron los habitantes
de Angol señalando que si por alguna causa el embalse cedía, Angol desaparecería,
tal vez hubo algo de razón en ello pues así como se desvió uno de los pilares del
actual puente carretero, en tiempos de la construcción del viaducto ferroviario
una de las pilastras hubo que ser hecha nuevamente pues se usó prematuramente y
eso la dañó, las grandes obras también tienen sus riesgos con sus posibles consecuencias.
A continuación relatare una experiencia
cercana de una familia que si bien no se gestó originalmente en Collipulli, tuvo
gran parte de su desarrollo en el pueblo: Mi padre, descendiente de colonos suizos,
se casó en la ciudad de Gorbea con mi madre, descendiente de colonos checos, decidieron
después de algunos años trasladarse a las cercanías de Collipulli a una villa llamada
La Esperanza. Muy cerca de allí adquirieron un campo para criar vacunos, lamentablemente
no les fue bien y por razones de buscar un mejor trabajo mi padre se trasladó a
Collipulli tras vender el campo, en este pueblo nací yo en la década de 1940, todo
iba muy bien, disfrutamos del buen trabajo de mi padre que administraba una planta
filial de la cervecería Juan Frield Hnos., las condiciones eran muy buenas,
para nosotros como niños, éramos siete, las dependencias de la fábrica eran un campo
inagotable de diversión, aventuras y entretenimiento, sus enormes bodegas, su funcionamiento,
su enorme patio eran un gran atractivo para nosotros como niños, pero como lo bueno
nunca dura mucho, el dueño decidió prescindir de los servicios de mi padre por razones
que nunca se aclararon, tal vez pudo haber sido por la actitud un tanto bohemia
de mi padre, pues los dueños al parecer eran unos fervorosos católicos, de allí
en adelante la situación económica cambio radicalmente, pero nosotros siempre apoyados
en el buen espíritu de nuestra madre asumimos algo que no estaba en nuestra mano
solucionar y aceptamos lo que nos tocó vivir; resulta que en aquellos años y en
un pueblo pequeño había muchas diversiones sencillas en las cuales nos absorbíamos
contemplando situaciones que se daban en el pueblo; por ejemplo los días Martes
era la feria de vacunos y el pueblo se llenaba de rebaños de animales traídos de
arreo y por ese día el pueblo se transformaba en carreras de animales y huasos ululantes
tratando de encaminar los vacunos hacía los fundos y ya en la tarde bajo el influjo
del pipeño los huasos, perdida ya la prudencia, se transformaban en verdaderos centauros
y, nuestra antigua casa de calle Bulnes con avenida Saavedra quedaba justo en la
pasada de los piños de animales que eran guiados en dirección a la cordillera. Quiero
detenerme en la casa, era una gran casa construida a comienzos del siglo XX, con
un sitio enorme, casa esquina, gran parte de ella con paredes de barro, contaba
con 3 dormitorios enormes, un comedor, una pieza para almacén en la esquina, una
galería de unos 18 metros que hacía de living con muchos ventanales con vidrios
quebrados, una pieza para cocina y una despensa ya un tanto en desuso. La galería
era tan grande que daba lugar para otro dormitorio y otra cocina quedando espacio
para poner un secador de ropa de mimbre los cuales se usaban en esos tiempos puestos
sobre un brasero para secar la ropa más elemental para la escuela, contaba también
con una mampara o doble puerta y un amplio pasillo, como en el sur llueve mucho,
nos daba espacio hasta para correr con un carrito de madera como entretención con
un piloto y otro niño que servía de motor impulsándolo a lo largo de la galería,
El sitio era un verdadero edén para nosotros, admiro que alguien se dedicara a poner
tantos árboles frutales de buena clase y ornamentales tan variados y bellos,
además de flores pequeñas como jacintos, alelíes, y un sin fin de otras plantas
pequeñas, había cerezos de 4 o 5 clases, un parrón de unos 20 metros con 4 variedades
de uvas, un gran peral, un naranjo, 3 limoneros, un tilo gigante, ciruelos de varias
clases, un membrillo, duraznos, un árbol de hoja dura y brillante que daba unos
frutos como cerezas, camelias de 3 colores diferentes, rododendros azules, una gigantesca
enredadera de flor de la pluma, laureles de flores de dos colores, dos matas gigantes
de una flor llamada lauro, un alicanto olorosísimo, un dasme, una mata de bambú,
un gran jazmín de España, una mata gigante de manzano de flor, una mata de grosellas,
una mata de orozu una planta medicinal, variadas rosas pequeñas y grandes y un sin
fin de plantas pequeñas; y todo enmarcado con ladrillos aparte, de eso había un
gallinero y un corral cerrado para las gallinas con el cerco ya no tan completo,
pero nos permitía tener unas 15 gallinas sin problemas, incluso un par de veces
pudimos criar un cerdito para la familia, amén de varios conejos para comerlos asados,
con el sitio de esta casa no necesitábamos salir a la calle; teníamos columpios,
inventábamos caminos y puentes entre los árboles, teníamos espacios para poner trampas
para los pajarillos, por el grosor de los árboles la persona que trajo todas esas
plantas maravillosas debe haberlo hecho unos 30 años antes que nosotros arrendáramos
y como todos eran de mucha calidad debe haberlos traído del Vergel, famoso criadero
de plantas de Angol, aparte de eso la casa estaba ubicada en la principal, continuación
del longitudinal sur, la carretera de ese tiempo. Al frente había 2 plazas si podemos
decirles así, una abierta y con árboles bajos y la otra con una cancha de cemento
de tenis, una cancha de basquetbol de tierra, juegos para niños y árboles enormes
para subirnos a ellos y jugar ahí, no era nada tan sofisticado, porque a veces los
municipales ponían a pastar unas mulas y unos bueyes que usaban para el aseo y ornato
del pueblo, lo más que la usábamos era para formar unas pichangas de futbol que
duraban hasta que oscurecía, la verdad es que el entorno era especial para niños
de esa época en la que apenas alguien tenía una radio. Tras vivir muchos años allí
tuvimos que cambiarnos.
Otras entretenciones pueblerinas eran
pensar cómo podían cargar unos fardos tan enormes de cochayuyo en unas mulas que
avanzaban balaceándose pesadamente, estas venían desde la costa para vender el producto,
los días Domingo, cuando se podía, íbamos a la matiné a ver películas en blanco
y negro.
La inventiva nos hacía discurrir ideas
para entretenernos, como la escuela primaria no nos dejaba muy buen sabor y el pueblo
era pequeño, comenzamos a salir hacía el campo, primero con unas simples hondas
de elástico y más adelante con escopetas de perdigones, no hubo lugar que no recorrimos,
cazamos, patos, liebres, conejos, torcazas, perdices y gansos silvestres, también
sabíamos dónde estaba el maqui, el boldo, el arrayan más dulce, los changles (hongo
exquisito que crece bajo los robles), los mejores digueñes, donde se pescaba los
salmones y truchas más grandes, no hubo lugar que no recorriéramos y como siempre
en estos casos teníamos amigos afines y cantidad de perros para ayudarnos en la
caza, así es que en otoño e invierno toda la semana era prepararse para Sábado y
Domingo cargando cartuchos de escopeta, arreglando las mochilas y el equipo para
el fin de semana estar ya a las 6 A.M. caminando el campo en jornadas de
cacería de hasta 30 kilómetros a campo traviesa, los amigos eran como hermanos compartíamos
todo. Ya en primavera y verano la semana era para preparar los arreos para la pesca
de truchas y salmones, era una entretención productiva, porque además de tanto recorrer
siempre había frutas en estado silvestre, panales de miel y a la pasada cosecha
de digueñes y bayas silvestres que ayudaban a afirmar el estómago después de tanta
caminata por cerros y vegas, a campo traviesa sin caminos y a veces había que vadear
ríos y esteros para acortar distancias, además cuando nos internábamos en las extensas
plantaciones de pino tras las bandadas de choroyes, debíamos tener cuidado de no
desorientarnos y perdernos. Con la inventiva de la juventud a un tarro de café le
confeccionábamos un mango de alambre le poníamos un trozo de vela adentro y teníamos
una linterna que nos permitía en la noche no caer en zanjas ni chocar con cercos
de alambres de púa, la experiencia nos enseñó a buscar formas de solucionar los
problemas.
Los pueblos eran muy silenciosos y cuando
de niños nos desvelábamos nos entreteníamos contando los cantos de los gallos, como
no se vendía carne de pollo ni huevos, todas las casas tenían gallinas y gallos,
algunos tenían patos, gansos y cerdos, así es que se sentía a veces hasta rebuznar
mulas en el gran silencio de las mañanas
Por alguna razón que no es fácil determinar.
Hasta el año 1960 todo era bastante rustico, no aparecía la lavadora, así es que
el lavado era una cruz para las mujeres, la mayoría de las casas solo tenían pozos
negros sin conexión para el interior de la casa y solo contaban con una llave de
agua fuera de la casa, de tal forma que para asearse o lavar la loza había que hacerlo
en lavatorios, el lavado de la ropa se hacía en artesas, las casas más sofisticadas
tenían un pilón de cemento fuera de la casa, casi todas las casas cocinaban con
leña, pues solo existían unas cocinas a parafina muy elementales y por la situación
económica era más fácil y barato tener leña, que en última instancia la iba a
buscar el propio interesado, cosa que habitualmente hicimos nosotros desde niños,
además la leña debía cortarse a la medida de la cocina con sierras de mano, lo que
significaba largas y agotadoras horas cortando leña en un caballete. Por ser lentas
las cocinas había que madrugar para poder tener desayuno, cocinar y tener bastante
cuidado con los incendios, otra situación compleja era el planchado de ropa que
debía hacerse con una plancha con brasas en su interior y a veces soltaba una brasa
quemando la mejor camisa. Por otra parte gran parte de la calefacción se hacía usando
braseros, felizmente las casas eran altas y siempre faltaba algún vidrio, lo que
hacía que no hubiera envenenamientos por monóxido de carbono, en cuanto a comunicación
solo los privilegiados tenían un teléfono, la comunicación rápida se hacía por telégrafo
que no era nada barato; escribir cartas era para comunicación más extensa,
incluso los bancos usaban las cartas para sus verificaciones de documentos de otras
ciudades, lo que hacía el proceso extraordinariamente lento, en cuanto a movilidad
de carga y pasajeros se hacía por tren, la carga había que llevarla a la estación,
después nuevamente había que pagar para llevarla de la estación de destino al domicilio,
esto generaba 2 problema: todo era muy lento y también más caro, además los viajes
se limitaban porque solo se hacían por ferrocarril, solo había un tren diario hacía
Stgo. y uno de vuelta, aparte de uno o dos recorridos menores, era la vida pues
no existían los adelantos necesarios, la fruta al venir por tren era muy cara y
escasa, con la pomposamente llamada carretera panamericana, aparecieron los primeros
buses pequeños, no muy cómodos ciertamente, la ropa no venía hecha y por lo tanto
se compraba el género para hacer ternos, vestidos, chaquetones, y no siempre la
ropa quedaba bien, aparte de ser muy cara, lo mismo el calzado
Las labores domésticas eran pesadas,
para sacar brillo al piso había que usar un chancho manual (quizás por que le llamarían
así), la ausencia del refrigerador se compensaba salando la carne o ahumándola,
todos los productos eran naturales como la harina cruda o tostada, el café en cafetera,
el pan natural no envasado, la mantequilla y el queso venían directo del campo,
el vino venía en grandes pipas que se instalaban en caballetes especialmente reforzados,
de allí se obtenía con una llave de madera, se medía con un vaso de fierro enlozado
de litro o medio litro, luego se echaba en la botella con un embudo, el café de
grano se pesaba, luego se molía con un molino de mano a la vista del cliente y
se envolvía en papel mantequilla, pero eran pocos los que podían comprarlo, la
mayoría compraba un café fe cebada o de higos cuyos sabores no eran de lo mejor.
El aceite se obtenía de un tambor de 200 litros con una medidora centimetrada que
se insertaba sobre el tambor y se manipulaba con un mango, casi todo se vendía a
granel: galletas, pastillas, azúcar, sal; todavía se usaba una medida llamada almud
que consistía en un cajoncito de determinadas medidas en que se vendía el carbón
de leña, las papas y otras cosas, muchos artículos se compraban por sacos y como
la leña, el carbón y las papas; también por metros lineales como el género, y metros
cúbicos como la leña, a veces la carne se compraba a la vara que tenía una cierta
longitud, prácticamente nada se vendía envasado, esto último se masificó cuando
apareció el plástico tanto en envases como en botellas, los basurales eran perfectamente
reciclables y usados para abono de parques y jardines, por lo demás casi todas
las casas tenían su basural, y cada tanto se usaban los desechos orgánicos para
abono de sus huertos y jardines
Las familias conversaban mucho y la
comunicación era buena pues no había distractores, se leía mucho pues hasta los
niños debíamos leer historietas en revistas coloreadas o en blanco y negro y aunque
fuera entretención, estábamos practicando la lectura, después en la medida que uno
crecía vinieron las novela de bolsillo, de guerras, policías, vaqueros, era muy
fácil conseguirlas pues las intercambiábamos después de leerlas lo que las abarataba
bastante, hay que pensar que en el sur llueve bastante y antes mucho más, podían
ser cinco o seis días sin poder salir, salvo a lo indispensable, después poco a
poco vinieron las novelas históricas o de aventuras relatadas por radio que unían
a la familia a una hora determinada; pero apenas mejoraba el tiempo había que salir
de pesca o cacería, los pueblos tenían muy poca entretención y poco que ver, lo
mismo de siempre.
A partir de 1.960 todo avanzaría más
rápido, con las películas a colores y la conexión del país a través de la carretera
panamericana, se empezó a transportar carga por camiones y aparecieron los primeros
buses interprovinciales, automóviles más livianos y rápidos y las personas pudieron
empezar a tener más movilidad, se abarato la fruta y verdura, comenzó a aparecer
ropa que ya venía confeccionada, mucha mercadería comenzó a venir envasada y rotulada,
luego vendría una seguidilla de inventos tremendamente útiles como cocinas a gas
licuado, lavadoras, planchas eléctricas, jugueras, batidoras y un sinfín de inventos
paralelos al primer viaje a la luna, el avance veloz de la aeronáutica, cada vez
más y más rápido aparecerían los inventos que han facilitado la vida, a la vez que
la han complicado con los múltiples accidentes automovilísticos y el peor de todo:
la contaminación.
He tratado de darles una visión de
un país y un mundo que parece que es de siglos atrás, porque incluso las costumbres
sociales y las familias han experimentado un cambio dramático y tal vez alguien
creería que esto no ocurrió, por lo simple que fue la vida en esos tiempos, pero
así fue y los que lo experimentamos somos unos eternos agradecidos de que hoy contemos
con tantos inventos maravillosos que en su momento no tuvimos.